top of page

Tras investigar el caso, el detective encuentra que los motivos de Ana para asesinar a Verónica eran sólidos, más necesitaba al menos una prueba de que realmente ella lo había hecho y la encuentra gracias a una gran coincidencia.

​

Un día investigando los alrededores de la mansión, ve al perro de Verónica mordiendo una bolsa de basura, pasó por el lado y vio unos desgarrados trozos de tela. No fue mucho lo que tuvo que hacer, abrió cuidadosamente la bolsa que tenía un olor metálico y putrefacto y vio que uno de esos trozos de tela que parecían chamuscados tenían un color rojo oscuro… Posiblemente sangre... Tras llevar al laboratorio las muestras coincidía con la sangre de Verónica y fue fácil comprobar con Jeff que lloraba al aceptar que aquel trozo de tela era un pedazo de la ropa que Ana usaba ese día.

39.png
40.png
41.png

​Al confrontar a Ana casi temblaba, pero no era miedo, una ira la consumía y ardía en su interior. Dijo disfrutando las palabras y con cierto placer en la mirada “Fui yo, yo lo hice. La vida no es siempre justa, hay quienes nacen y no tienen nada, los abraza la miseria y por más que lo intenten seguirán siendo aliados del dolor, invisibilizados por los favorecidos, los que dan lástima, pero nadie ayuda, esa soy yo, pero Verónica…. Ella lo tenía todo, no sólo era hermosa, además sus padres eran millonarios y le habían regalado todo lo que quería, nunca había tenido hambre, nunca la abandonó una madre inepta, lo único que tenía que hacer era seguir lo que sus padres habían construido para ella, nada más, nunca le habían pedido otra cosa…Se lo merecía, ¿ven? La vida no es justa, ella lo tenía todo, yo no tenía nada… Ahora su padre me ama más que a ella mientras ella está muerta y ahí en ese pozo oscuro va a entender al fin lo que es estar sola y completamente abandonada.”

42.png
43.jpg

Tras la confesión, Ana fue sentenciada a 32 años por homicidio. Contó en su declaración como lo hizo: A las 2:45 bajó silenciosamente y con un afilado cuchillo de la cocina se acercó suavemente a su espalda y la apuñaló 3 veces, dice que fue muy fácil, casi no sangró al principio por lo que pensó que no había muerto y que lo poco que sangró chisporroteo sobre su suéter, aquel que la condenó, pero que luego Verónica se desplomó en el suelo y ella salió corriendo para huir pero se quedó pensando mucho tiempo qué hacer y cuando reaccionó volvió, vio en la alfombra mucha sangre sin embargo el cuerpo no estaba… Pensó que ella había despertado quizá o que la habían descubierto, pero encontró una nota en el piso que decía, “lo hemos logrado”… Pensó entonces que el padre de Verónica había terminado su trabajo por ella y al ver que nadie la inculpó decidió callar. Sostuvo hasta muchos años después que ella no sabía dónde estaba el cuerpo y el detective jamás pudo encontrarlo, el padre nunca quiso hablar al respecto y por siempre ese será un gran misterio… ¿o no?

​

44.png
kairat-murataliev-_VmFET7sZeI-unsplash.j
46.png

¿Te gusto esta historia interactiva?

Déjanos saber que te pareció, tus aportes o comentarios aquí

bottom of page