Incluso sus amigos le controlaban su vida, Jeff pretendía ayudarla, pero realmente sólo quería que ella se viera bien a su lado así que le escogía qué vestir, cómo arreglarse, qué comer y sólo parecía divertirse con ella cuando sabía que algún paparazzi estaba cerca.
Ana por otro lado la había dejado de querer con el paso de los años. Su vida era muy amargada y no entendía cómo Verónica podía ser tan infeliz teniéndolo todo, sentía rencor al verla con su rostro triste y el único motivo de acompañarla era el pensamiento de que la herencia de Verónica llegaría a favorecerla también a ella, aun sido su ‘leal’ amiga.
Poco antes de ingresar a la universidad, hubo una acalorada discusión en la cocina de Winchester pues Verónica les había dicho a sus padres que no estudiaría medicina, que su sueño era ser escritora y eso era lo que iba a hacer. Su padre en un arranque le pegó una cachetada, le dijo que el mundo no era para ser felices sino para cumplir con lo que debían y su tarea era ser exitosa como lo eran él y su madre.
Ese mismo día, Ana se encontraba en la casa y cuando Verónica le contó lo sucedido tuvo que voltearse para que no se le viera la leve sonrisa en su rostro. Poco después le dijo que sus padres tenían razón y que ella no debía quejarse por eso pues era un pequeño sacrificio, ya que ella igual lo tenía todo.
